"El lector que ande enamorado de los libros disfrutará mucho con esta novela. Y el lector ocasional percibirá que la buena literatura puede salvarnos la vida, tanto de la martingala rutinaria como de la obsesión materialista que nos fustiga el alma con su tedio. La sequía espiritual es tan abrasadora que es muy difícil aguantar. Tanto a la portera Renée Michel como a la niña de 12 años -vecina de la casa- llamada Paloma les es muy difícil respirar ese cúmulo de hipocresía social. Todo un engranaje de supercherías que es incapaz de colmar el anhelo de verdadero afecto que buscan las dos."
Este comentario está sacado del Escritorio de Guillermo Urbizu .